Te amare…
luego sonreíste.
Lo dijiste de una forma intensa, luego te perdiste
estoy cerca de ti…
lo pensé, luego lo guarde…
te quise volver a ver pero preferí sentirme un cobarde.
En una habitación que arde, muy propensa al desborde natural de mis defectos
lo que causaste en mi lo titularía “Sublimes Efectos”.
Perfectos aspectos de una relación lunática…
éramos psicópatas llevando el odio a la práctica.
Mi memoria se volvió escoria desde que no habitas en mi rutina, pues todo lo que hago y empiezo en tu nombre termina…
No hay comentarios:
Publicar un comentario